10 consejos para poner límites a las pantallas

A menudo los padres y madres nos planteamos poner límites al uso de pantallas por parte de nuestros hijos. Tenemos la sensación de que pasan demasiado tiempo conectados a tabletas, móviles y ordenadores. Recientemente se ha sabido que el 75% de los padres no tiene ningún tipo de control del móvil de sus hijos, a pesar de que al 31% les preocupa que puedan hacer un uso indebido de este dispositivo, según una encuesta realizada por S2 Grupo, empresa especializada en ciberseguridad.

Según esta encuesta, en torno al 29% de los padres compran a sus hijos su primer ‘smartphone’ antes de los 12 años. Las noticias relacionadas con la publicación de la encuesta decían que esto multiplica la importancia de «acompañarlos» en su uso para aumentar su seguridad.

Desde mi punto de vista, el riesgo que corren los niños no es sólo de seguridad, sino sobre todo de adicción a las pantallas. Sé que muchos padres y madres, a pesar de saber que hay que controlar el abuso de consumo de ocio electrónico de sus hijos, no lo pueden hacer. No lo pueden hacer por dos motivos. En primer lugar, porque no saben CÓMO hacerlo. Y en segundo lugar porque limitar el uso de móviles y pantallas implica, a menudo, entrar en conflicto con los hijos.

Por lo tanto, es el momento de ayudar a los padres a encontrar maneras de limitar el uso de aparatos electrónicos por parte de los niños.

Para ello, aquí tenéis estos diez consejos. Si tenéis dudas sobre cómo aplicarlos, no dudéis en plantearlas y trataré de echaros una mano.

Es preciso tener presente que limitar puede implicar entrar en conflicto. No obstante, si sabemos vivir el conflicto con serenidad y tenemos el convencimiento firme de que los límites los ponemos por el bien de nuestro hijo, los podremos mantener con firmeza y sin tenernos que enfadar.

Ánimo y adelante!

10 consejos para poner límites a las pantallas:

  1. Fijar un horario de uso del ordenador que no interfiera con ninguna actividad familiar. Si no se usa en esa franja de tiempo, no se usa.
  2. Fijar un tiempo de uso del iPad. El niño puede elegir en qué franja hará uso de ese tiempo (siempre que no interfiera en actividades familiares). Él lo anunciará y los padres garantizarán que se respeta. Si no se respeta, al día siguiente no se puede utilizar.
  3. Fijar unos espacios para el uso del móvil. Por ejemplo: la sala de estar y la cocina. Fijar una hora límite por las noches, a partir de la cual se cierra el Wifi. No hay posibilidad de utilizar el móvil durante las comidas (el de los padres tampoco, ¡claro!).
  4. Controlar los contenidos que se bajan de Internet. Aplicar protocolos de seguridad para menores.
  5. Decidir previamente qué programas quieren mirar. Lo mejor es ofrecer una selección previa hecha por nosotros y dejar que elijan. Y dejar la pantalla cuando termine el programa.
  6. Mirar los programas de televisión con los hijos, al menos una parte, para poder comentar en otro momento el tono y algunos contenidos y así transmitir nuestros valores.
  7. Apagar todas las pantallas durante los ratos de las comidas.
  8. Impedir que haya pantallas en la habitación particular.
  9. Encargarle que sea él quien apague los aparatos cuando el tiempo se acabe. No hacerlo nosotros.
  10. Buscar juntos actividades no digitales para disfrutar con los hijos: proporcionar fuentes de placer lejos de las pantallas.

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